EL MIEDO NUESTRO PEOR ¡ENEMIGO¡


EL MIEDO NUESTRO PEOR ¡ENEMIGO¡



Inseguridad, miedo y falta de confianza, nuestros peores enemigos antes, en el momento, y después de ser agredidos. En el universo psicológico de los seres humanos lo que cuenta es la reacción. Ante esto, especialistas en psicología recomiendan puntos básicos para evitar o superar una agresión.

Lo primero que sugieren es que toda experiencia negativa que se tenga en la vida se debe tomar del lado positivo; por ejemplo, si alguien es asaltado, secuestrado o le ocurre algo muy fuerte, lo importante es aprender de ese momento para que en un futuro este problema le ayude a reaccionar y aprenda a protegerse.

La segunda opción es conversar y comunicar a las otras personas sobre lo que le sucedió sin temer a la crítica o a comentarios negativos, aprendiendo a perder el miedo.

Estos temas deberían ser conversados a nivel de grupo explican los psicólogos, es decir, en nuestra comunidad, en el círculo de amigos y compañeros de trabajo, y si aún así no podemos superar y sobreponernos en esta etapa, lo mejor es buscar ayuda profesional.

ACTITUD POSITIVA

Cuando la persona vive una experiencia extremadamente fuerte como la agresión física o un secuestro, pierde las habilidades de seguridad y confianza en sí mismo. Entonces, esta situación se convierte en una actitud de problema, por lo que el afectado con ayuda de familiares y amigos tiene que poder superar el trauma mediante la conversación para así desahogarse.
Para esto el ser humano debe prepararse y una de las cosas que hay que hacer es utilizar nuestro sentido común, y si en algún lugar nos sentimos incómodos o vemos que corremos peligro, debemos hacer caso a nuestro subconsciente y no continuar en ese lugar.

El siguiente paso importante es tomar actitudes realmente positivas, para que la confianza absoluta aflore y podamos mostrar firmeza.
De ahí que cuando uno está descuidado, le pueden ocurrir la mayoría de cosas funestas, pero si está atento y mira de frente, difícilmente algo puede ocurrir. En otras palabras, nuestra actitud debe ser de mayor confianza y seguridad. No tengamos miedo y no lo demostremos. 

Se han dado casos muy originales como el de que una persona que por primera vez pasa por una zona y es asaltada, cuando posiblemente esa no sea precisamente una zona roja. Todo es cuestión de actitud y seguridad en nosotros. Nuestra actitud de mayor confianza y atención es incómoda para el delincuente; en resumen, de esta manera le hacemos el trabajo más difícil.


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