LA AVIACIÓN CIVIL, UN PODER AÉREO PARA LAS NACIONES
Especial por: Cnel. R (AV) Pablo Parada / Venezuela
Desde su nacimiento hasta nuestros días, a la aviación civil y muy especialmente la aviación general, le ha tocado vivir momentos de dificultad, pero ninguno como los que actualmente está enfrentando, la cual puedo calificar como completa y absoluta ruina. Por supuesto gracias a las acciones desconsideradas y dictatoriales de los encargados de regir los destinos de este industria aeronáutica.
Es tan así que en los países
democráticos, libres y con respeto a la propiedad privada, la aviación general
es estimulada a su crecimiento, soportada con incentivos económicos, legales y
regulatorios, esos gobiernos están conscientes del invalorable papel que este
sector tan progresista puede y debe tenerse en un lugar preponderante,
porque es un aliado para la nación en casos de emergencias o tragedias
nacionales, conflictos armados internos o externos, o simplemente un apoyo
institucional en tiempos de paz.
Mencionaré algunas de las
misiones que le pueden ser asignadas: evacuación aeromédica, búsqueda y
rescate, observación aérea, transporte de material vital y urgente (medicinas,
repuestos) transporte de personal médico o especial dentro de otras. Por
supuesto esto requiere como mencioné anteriormente, un decidido apoyo
gubernamental a sus equipos, infraestructura, ofreciendo facilidades para su
operación, fomentando escuelas y centros de entrenamiento, etc.
No lo que han hecho la caterva de
resentidos al frente de la Aeronáutica Civil, destruir la aviación civil,
expropiando aviones con artificios “legales”, al igual que instalaciones,
gravando con altos costos en impuestos y servicios.
Durante mi formación como
profesional de la aviación, me enseñaron que el Poder Aéreo de un estado lo
formaban: La Fuerza Aérea, La Aviación Comercial, LA AVIACION CIVIL o GENERAL,
la infraestructura aeronáutica (aeropuertos, talleres, servicios generales,
sistemas de control, institutos de formación). La denominada aviación ejecutiva
forma parte primordial de la aviación general. Esto lo aprendí no solo en la
Escuela Superior en Venezuela sino también en Estados Unidos e Inglaterra,
países que mantienen la misma filosofía de formación, conservación y empleo de
su poder aéreo, pero ahora no pues Venezuela comulga con principios rusos o
cubanos, que totalmente difieren.
Finalmente vale agregar que si
Frank Boland hubiese avizorado esta debacle, jamás hubiera venido a nuestro
país.
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