¡MADRID VUELVE A LATIR!
Por
Miguel Manuel Llorens Fernández
(Madrid, otoño de 2021.)
Es otoño en Madrid y la ciudad vuelve a latir como siempre, como nunca debió de dejar de hacerlo. Siempre activa, culturalmente diversa, pero conservando lo castizo de sus costumbres.
Luego del confinamiento debido a la pandemia por causa de Covid-19, acaban de eliminar las restricciones de aforo en sitios públicos como teatros, cines, estadios, etc. Eso significa que Madrid vuelve a la vida; ciudad donde prácticamente no se duerme debido a la alta oferta cultural, gastronómica y de ocio que permanentemente nos regala.
La diversidad cultural nos ofrece, además, la suerte de encontrarnos con compatriotas venezolanos que, en la mayoría de los casos, han venido a buscarse la vida y a huir de las miserias en que se ha sumido a nuestro gran país.
No deja de ser difícil, además de dejar nuestra tierra, acostumbrarnos a la rutina madrileña, que es muy diferente a la nuestra. Como ejemplo, decir que aquí se almuerza de 2:30 pm a 3:00 pm y luego viene la pausa de dos horas de la famosa “siesta”, ritual sagrado y que es casi una religión para los españoles, para nuevamente retomar actividades hasta las 9:00 pm, que es la hora a partir de la cual se cena.
Pero eso es nada, cuando podemos compensarlo con la calidad de vida que otorgan los espacios abiertos como parques, museos y los eficientes servicios públicos que hacen la vida más llevadera y placentera. No obstante, también hay dificultades, pues la oferta de empleo es escasa y hay mucha gente en el paro laboral.
Por belleza, decir que en Europa abundan ciudades que arquitectónicamente son tan hermosas o quizá más hermosas que Madrid, pero nunca con la vida propia que esta ciudad ofrece tanto a sus residentes como a sus visitantes. No obstante, para nosotros los venezolanos es imposible dejar de girar la mirada hacia nuestra hermosa Venezuela, en la esperanza de que todo pueda mejorar y retornar a nuestro amado país.
Mientras, Madrid ha vuelto a nacer, se vigila de cerca el virus que ocasionó que el mundo se paralizara, pero ha resurgido esta ciudad con la fuerza de haber despertado de nuevo de ese letargo para ofrecer sin reparos todo su encanto.
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