El agua en Venezuela
DÉCADAS DE INACCIÓN GUBERNAMENTAL FRENTE A UNA CRUDA REALIDAD
A la falta cotidiana del combustible para surtir el parque automotor aunado al deficiente o casi nulo suministro de servicio eléctrico, dotación fluida de alimentos y todo tipo de productos, en Venezuela, país suramericano, se adiciona desde hace años la carencia del recurso más preciado: el agua. Una situación que de por sí, ya desespera a sus habitantes y que, lejos de avisar posibles soluciones en el corto, mediano o largo plazo, cada día empeora un poco para mayor calidad y preocupación.
Esta grave situación ha desencadenado en una rutina injustificada al propiciar la búsqueda del preciado líquido a costa de cualquier precio o peligro en un intento por acceder a lugares de donde poder extraerlo, sin importar las consecuencias sociales o de índole regulatorio gubernamental, bien sea de alguna tubería deteriorada, en plena calle principal de cualquier poblado o ciudad. Solo hay un camino para contar con agua en el hogar y es través de una alguna tubería rota, esperar durante muchas horas el camión cisterna o, si la suerte acompaña, de un grifo en el propio hogar antes de que el agua vuelva a desaparecer como por arte de magia negra, según lo definen muchos de los afectados por esta situación.
La situación es grave y por ello, en nuestra sección Reportajes, trataremos el tema con el Ingeniero Nizar Rechani, especialista, defensor y amplio conocedor de esta terrible realidad que afecta a todos los venezolanos. Ingeniero Mecánico, Abogado, con Postgrado en Gerencias Publica mención Municipal, Directivo del Colegio de Ingenieros del estado Carabobo y representante de dicha instancia gremial ante el Colegio de Ingenieros de Venezuela donde forma parte integral de la Comisión de Agua y de la Asociación Venezolana de Ingenieros Electricistas y Mecánicos.
¿La situación actual de Venezuela en torno al problema del agua cómo se puede interpretar?
La realidad nacional gira en torno a la desinversión y falta de mantenimiento en lo últimos años para recuperación y estabilización de las cuencas hidrográficas, sistemas hídricos y empresas hidrológicas en cada región del país. A esta realidad inocultable, hay que adicionar la falta de proyección operativa a mediano y largo plazo de lo que tiene que ver con los sistemas de almacenamiento, vale decir, embalses, plantas potabilizadoras o sistemas de saneamiento y sistemas de distribución. No hubo visión para la construcción de nuevos sistemas hídricos regionales, entre otros factores, configurando un panorama desalentador precisamente por la precaria situación de las infraestructuras y de la repercusión en las condiciones de vida que de manera negativa impactan en numerosas comunidades.
Situación concreta, caso estado Carabobo… ¿cuál es el diagnostico en torno a las propiedades químicas asociadas al preciado líquido?
En teoría y lo digo con toda propiedad, en torno a las condiciones de potabilización del agua que sale de la planta Alejo Zuloaga, están dentro de los rangos que establece la legislación venezolana. El problema central radica en la cantidad de agua que se requiere para corresponder todos los habitantes de una ciudad tan importante como Valencia, emporio industrial de Venezuela. Existe una escasez aproximada del 50%, que debería estar en torno a 5000 y 6000 litros por segundo tan sólo se está potabilizando entre 2500 y 3000 litros por segundo lo que aunado al problema generado con el servicio eléctrico deficiente y de las fallas de algunos equipos mecánicos requeridos para el proceso de surtir el agua a la población carabobeña en general, las empresas hidrológicas han tenido que adoptar un esquema de racionamiento programados por sectores, lo cual ha generado malestar social.
¿Cuál sería a su juicio la mejor opción para la solución de esta situación?
Debo ser claro al afirmar que esta situación tiene que ver con el aspecto ciudadano, político, económico lo que en definitiva constituye un cuadro de triangulación de variables que se tienen que cumplir para que realmente podamos entre todos dar respuesta exitosa a esta grave situación.
En este contexto hay que expresar también que, como consecuencia de la situación de conflictividad política en general, el desconocimiento internacional en torno a lo que está ocurriendo con el problema del agua en el país, se encuentra totalmente imposibilitada toda gestión de financiamiento requerida para cualquier proyecto u obra que pueda servir para solucionar esta situación.
De allí que es necesario que se establezca un acuerdo político macro nacional que destranque la imposibilidad de acceder a cualquier tipo de apoyo financiero que apalanque iniciativas surgidas desde el sector privado incluso, desde algún organismo gubernamental del país. Esto es fundamental para la solución definitiva del problema que estamos tratando en esta entrevista con el cual se le estaría dando una respuesta positiva a la gente.
La realidad es que esta situación es muy complicada por todos los procesos que intervienen en torno al suministro, saneamiento y disposición permanente de agua potable de manera segura y confiable. Precisamente en esta trilogía de realidades es que gira el éxito para una adecuación global que satisfaga los requerimientos de la ciudadanía. No es un objetivo sencillo. Es una proyección de envergadura que en definitiva requiere la activación de procedimientos integrales para evitar el caos, lo cual no es lo aconsejable desde ningún punto de vista.
¿Cuál es su menaje de reflexión de cierre…?
En lo personal, he insistido, desde hace mucho tiempo, que el tema de los servicios públicos tan vital para la armonización social de un país, en este caso particular, Venezuela, deben ser excluidos de la conflictividad política que impera en el país en la actualidad. La polarización, esa discusión permanente en el plano gubernativo que nos ha separado como venezolanos, debe cesar de manera radical por cuanto nos ha hecho mucho daño y lo único que ha promovido es la imposibilidad de engranar soluciones factibles regidas por el entendimiento armónico en las condiciones y variables que propicien y garanticen un servicio hídrico nacional como lo merecemos todos los venezolanos.
En definitiva… tenemos que excluir de la discusión estéril que nos separan la mejor disposición para garantizar óptimos servicios públicos y duraderos en el tiempo para los habitantes de este hermoso país llamado Venezuela.
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