EL EDITOR/HUELE A NAVIDAD

El Editor 
HUELE A NAVIDAD


La pandemia, sus secuelas sociales y las restricciones que impone proyectan inevitablemente su sombra sobre todos los hogares cuando nos disponemos a celebrar las fechas más entrañables del año instándonos a asumir que estas Navidades no serán como en años recientes. Época añorada por todos, de hermosa convivencia familiar y con amistades, que rememora la importancia del afecto como sentimiento sincero que aflora en tiempos decembrino normales.

Tiempos de impacto inesperado como consecuencia de la pandemia originada por la incidencia de la Covid-19 que, por añadidura, hace inevitables limitaciones, en los desplazamientos y en las reuniones, perturbando el desarrollo normal de estos días que han de ser diferentes y que deben estar presididas por la prudencia y la responsabilidad. No obstante, y a pesar de estas circunstancias, unas celebraciones más íntimas con prevención, no tienen por qué ser más tristes. Por el contrario, el afecto familiar y la esperanza deben estar presentes igualmente en sus hogares, y tal vez los difíciles escenarios añadan un punto de profundidad y de reflexión que nos ayude a conectar más directamente con la esencia de estos días y con el espíritu de unión y solidaridad que tanta falta nos hace recuperar en nuestros contextos familiares y personales interactivos.

La Navidad 2021 será recordada por mucho tiempo como un festejo diferente, con rasgos profundos y espacio para la creatividad y solidaridad, pero también regida por esa ausencia de hijos y familiares cercanos, incluso, de amigos que, para el caso concreto de Venezuela, han migrado a otros países en procura de un mejor bienestar, dejando huérfana a toda una Nación, históricamente caracterizada por festejar la navidad por todo lo alto, en familia y donde el amor es el principal invitado.

Esta vez, como pocas en los años recientes, la fiesta se circunscribirá a una celebración familiar, en la mayoría de los casos de forma más austera que la acostumbrada y sobre todo, con la notoria ausencia de seres amados presentes en mente y corazones.

A pesar de esta triste realidad circundante en nuestros hogares, huele a navidad, y debemos internalizar esta época como una gran oportunidad para oxigenar nuestros sentimientos y la esperanza por el tan anhelado reencuentro con nuestros seres amados que han migrado a otros y han partido por siempre quedando en nuestras memorias y recuerdos más íntimos y hermosos. 

Poner el alto nuestro sentimiento de optimismo y esperanza, será el mejor regalo para compartir es esta época tan mágica y maravillosa.

FELIZ NAVIDAD Y PRÓSPERO AÑO NUEVO



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