MALTRATO INFANTIL
UN FLAGELO QUE DATA
DE HACE MUCHO TIEMPO CON INCIDENCIA PREOCUPANTE EN LA ACTUALIDAD
Por: Ángel Perozo
El maltrato infantil es tan antiguo como la humanidad, es universal y no distingue clase social, religión, región geográfica ni época. Los niños y niñas, desafortunadamente, han sido históricamente víctimas indefensas de ciertos adultos inescrupulosos e insensibles, de hecho en la Biblia hay relatos famosos a este respecto, como la matanza de niños ordenada por Herodes. Por su parte Aristóteles consideraba que, por ser propios, nada de lo que se hiciera con los niños era injusto, en la antigua Esparta se buscaba la perfección de la raza lanzando al precipicio a los niños retardados mentales y épocas oscuras para la humanidad, los nazis también los eliminaban con el mismo propósito inhumano.
En este contexto de realidad histórica, vale la pena destacar, que en las sociedades preindustriales, debido a los peligros que afrontaban las madres al practicar el aborto, preferían muchas veces destruir al recién nacido en vez del feto siendo las principales víctimas, los niños y niñas fruto de uniones ilícitas, irregulares y transitorias, los hijos de madres solteras y prostitutas. En la mayoría de los casos los infanticidios no se cometían por métodos directos tales como estrangular al recién nacido, ahogarlo, abandonarlo o golpear su cabeza sino por métodos indirectos tales como dejarlos morir de hambre lentamente, descuidarlos física y psicológicamente y permitir que ocurrieran aparentes accidentes que acababan con sus vidas.
El abuso sexual fue ha sido una
constante en la historia, las sociedades basadas en la esclavitud y la
servidumbre abusaron sexualmente de niñas y niños. En la antigüedad se decía
que la cópula con niños castrados era especialmente excitante: los niños
castrados eran los “voluptates” preferidos en la Roma imperial y a los niños se
les castraba en la cuna y se los llevaba a lupanares para que abusaran de ellos
hombres que gustaban de la sodomía con los niños castrados.
Pablo de Egina, médico de la
llamada medicina bizantina de la sociedad esclavista de Bizancio, describió el
método comúnmente utilizado para castrar a los niños pequeños: “Como a veces
nos vemos obligados en contra de nuestra voluntad por personas de alto rango a
llevar a cabo la operación. Ésta se efectúa por compresión, el niño aún de
tierna edad, es metido en una vasija con agua caliente, y después, cuando las
partes se ablandan en el baño, hay que apretar los testículos con los dedos
hasta que desaparecen”.
La historia es extensa en torno a
este flagelo que sigue vigente en la actualidad. Niños y niñas siendo castigados
por un segmento de la humanidad sin sentimientos y con apego a prácticas inhumanas
desde todo punto de vista frente a lo cual, hay que dar un paso al frente a fin
de afrontar tanta barbarie que pareciera no tener fin, aunque en honor a la
verdad, dependerá de quienes estamos en contra de todo tipo de maltratos a los
menores, asumir con entereza su defensa y protección física-emocional cuando
nos sea requerida.
El derecho de los niños y niñas a
la protección contra la violencia está consagrado en la Convención sobre los
Derechos del Niño. Sin embargo, mil millones de niños sufren cada año alguna
forma de violencia emocional, física o sexual. Lamentable indicador que nos
debe llamar a reflexión e internalizar que las maneras de prevenir el maltrato
infantil dentro del hogar es fortaleciendo los vínculos de los padres con
sus hijos e hijas, así como incorporando métodos de disciplina no violentos, pero
igualmente es necesario que vivan en un hogar que les brinde y proporcione condiciones
adecuadas para un desarrollo mental positivo que les permita avanzar en la vida
con criterios preventivos e inteligencia para afrontar a las oscuras aves de
rapiña que merodean para arrebatarles su inocencia y felicidad futura.
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